Greenpeace desafía a Gas Natural con una “resistencia” diurna y nocturna
(Fotos: Greenpeace)
La multitudinaria manifestación 'ecociudadana' que tuvo lugar el pasado sábado en El Rocío contra el controvertido proyecto gasístico en el entorno Doñana fue sólo el comienzo. La lucha iba a radicalizarse, al menos por parte de Greenpeace, que ha sorprendido este martes -en la víspera de la ratificación del Acuerdo de París en el Congreso de los Diputados- con una acción de protesta en las instalaciones de Gas Natural Fenosa que la propia organización ha calificado de "pacífica", y que ha consistido en el montaje de un "campamento de resistencia" a la entrada de la instalación.
Con el lema 'Doñana no es un almacén de gas' y batallando en las redes con los hashtags #ResistenciaDoñana y #SalvemosDoñana, más de una veintena de activistas se ha apostado y encadenado a las instalaciones de la compañía energética, protesta que ha recibido el aplauso de la plataforma Salvemos Doñana.
Esta acción de protesta, que reivindica la paralización de las obras de extracción y almacenamiento de gas en el espacio protegido, comenzó a primera hora de la mañana, y el campamento de Greenpeace ha permanecido durante toda la jornada de este martes, con un seguimiento casi al minuto en su página web y perfil de Twitter, desde la que animan a estampar una firma en la campaña que busca la paralización del proyecto 'Marismas' de la empresa gasística.
Las denuncias interpuestas por Gas Natural y Enagás no han disuadido a los activistas que, lejos de desmontar el campamento o romper la cadena humana al concluir el día -han llegado incluso a escalar a una de las estructuras y a paralizar los trabajos de maquinaria en la zona-, han anunciado que pasarán toda la noche frente a las instalaciones del proyecto gasístico. “Greenpeace está haciendo el trabajo que no han hecho las administraciones, proteger nuestro medio ambiente. Y nos mantendremos aquí hasta que cumplan con su responsabilidad de hacerlo”, ha declarado Julio Barea, responsable de campaña de la organización ecologista.
Greenpeace denuncia que este proyecto de Gas Natural Fenosa, con luz verde del Gobierno, "pone en peligro una de las joyas naturales de nuestro país, anteponiendo el interés privado a la conservación de un entorno protegido". "No podemos permitir que Doñana sufra las mismas consecuencias que el almacén subterráneo Castor originó en Castellón: más de 500 terremotos y una indemnización con dinero público a la empresa de casi 1.400 millones de euros", aseveran.
