Greenpeace abandona el campamento en Doñana y entrega 77.459 firmas al Gobierno y la Junta

La organización ecologista asegura que ésta ha sido una acción más y que no piensan parar hasta que se paralice el almacén gasístico que está construyendo Gas Natural Fenosa

Greenpeace ha permanecido más de 48 horas bloqueando las obras del almacén gasístico que Gas Natural Fenosa está construyendo en Doñana. En concreto han sido 50 horas, 26 minutos y 30 segundos, como la propia organización ecologista cuenta en su página web. Los activistas han abandonado la protesta para dirigirse a Sevilla a entregar a la Junta y al Gobierno las 77.459 firmas de adhesión, 26.000 de ellas logradas con su sorpresiva acción, y que le ha valido el apoyo de artistas como Alejandro Sanz y Macaco, un auténtico golpe de efecto del que se han hecho eco las redes sociales.

El responsable de campaña de Greenpeace España, Julio Barea, advierte de que ésta "ha sido una acción más y no vamos a parar hasta que Doñana quede libre de una de sus amenazas, de las muchas que tiene, y la Junta y el Gobierno tienen la potestad para frenar este despropósito". "Lo que le faltaba a Doñana es tener hidrocarburos en su subsuelo, es como si ponemos una estación de gas debajo de la giralda", sostiene Barea. Los ecologistas no están dispuestos a rendirse y piensan hacer mucho ruido porque no van a permitir que Doñana "sufra las mismas consecuencias que el almacén subterráneo Castor: más de 500 terremotos y una indemnización con dinero público a la empresa de casi 1.400 millones de euros", señalan en su web. Sabedor de que el asunto va a seguir trayendo cola, Julio Barea asegura que continuarán con las movilizaciones.

Por el momento, Greenpeace se apunta un tanto al dar un gran impulso a la recogida de firmas contra el gasoducto precisamente el día en que España presenta a la Unesco una serie de medidas de protección para que Doñana pueda seguir siendo Patrimonio de la Humanidad.

En esta última acción, una veintena de ecologistas se organizaron en tres grupos y montaron un campamento de resistencia a primera hora del 29 de noviembre: unos activistas se apostaron a las puertas de la instalación, otros desplegaron una pancarta con el lema 'Resistencia Doñana', y un tercer grupo bloqueó la segunda puerta de acceso y la maquinaria, lo que conllevó la condena de Gas Natural "por el asalto" que "ha impedido la actividad" en las obras.