El coso de Lucena se rinde ante la madurez y la estética de ‘El Cid’

El torero cuajó dos grandes faenas y cortó tres orejas, que pudieron ser cuatro

El torero cuajó dos grandes faenas y cortó tres orejas, que pudieron ser cuatro

Manuel Jesús Cid Salas 'El Cid' ha comenzado su temporada española con inmejorables sensaciones en el festival celebrado ayer sábado en Lucena del Puerto, cuajando dos grandes faenas y cortando tres orejas, que pudieron ser cuatro.

Según han informado desde Toromedia, el torero demostró su madurez en la faena que hizo al astado que abrió plaza, al que entendió de forma inteligente, logrando afianzar a un novillo justo de fuerza de Millares. El temple obró el milagro y fue la base sobre la que El Cid construyó una gran obra, llena de empaque y profundidad. Rezumó torería la faena, que alcanzó la cima en el toreo al natural a pesar de que el de Millares se metía por ese pitón. Cumbre estuvo Manuel Jesús con la mano zurda, corrigiendo ese defecto y realizando un toreo largo y totalmente encajado, con gran empaque y estética. Feliz en la cara del toro, se dedicó a cuajarlo de principio a fin en una faena que culminó de estocada para obtener las dos primeras orejas de la tarde.

En la misma línea y al mismo nivel estuvo ante el tercero de la tarde. Este astado tuvo más cuajo y también se dejó, condición que fue aprovechada por El Cid para hacer otra gran faena. Comenzó por torearlo muy bien con el capote a la verónica y después del puyazo se lo llevó a los medios y lo cuajó por ambos pitones. Empaque en los derechazos y recorrido infinito al natural. Faena que no dejó de crecer hasta llegar a la estocada, un soberbio volapié con el que cerró su actuación en este tempranero festival onubense. Incomprensible que el presidente por puro capricho negara la segunda oreja al torero, trofeo que fue reclamado por toda la plaza y que el torero había merecido con creces. El premio quedo en una oreja pero por encima de los trofeos predominó la imagen de un torero en sazón.