domingo. 08.09.2024
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Alerta en Doñana por la aparición de aves muertas: el desagüe de lagunas puede expandir enfermedades

Ecologistas en Acción solicita a la Junta de Andalucía información sobre el desagüe de la laguna de la Dehesa de Abajo en el río Guadiamar. Aparecen en esta zona de Doñana cadáveres de aves protegidas. Exigen que se aclaren las causas de las muertes y temen que se expanda el problema en la Reserva de la Biosfera y su entorno.
Zona de cría de aves
Zona de cría de aves
Alerta en Doñana por la aparición de aves muertas: el desagüe de lagunas puede expandir enfermedades

Ecologistas en Acción, tras recibir la información de que la Junta de Andalucía está procediendo al desagüe de las aguas de la laguna de la Dehesa de Abajo en el río Guadiamar, ha solicitado a la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul información sobre los análisis e informes realizados que han llevado a esta resolución. El Guadiamar, que ahora lleva aguas del desembalse del Agrio para abastecer a los regadíos de la marisma norte de Doñana, antes de desembocar en el Guadalquivir, va a recibir a la altura de Entremuros estas aguas de la laguna de la Dehesa de Abajo.

Laguna a desaguar
Laguna a desaguar

La laguna de la Dehesa de Abajo o Dehesa de Rianzuela, ubicada en el TM de La Puebla del Río, provincia de Sevilla, está identificada en el Inventario Andaluz de Humedales. Se trata de un humedal antrópico, de carácter semipermanente y alimentación epigénica, es decir, una represa en vaguada que se rellena artificialmente, formando un estanque que resulta ser de interés ecológico, por ser lugar de anidamiento y cría de aves acuáticas, todas protegidas, y en particular de las que hay en Doñana en peligro crítico de extinción, como la malvasía, la cerceta pardilla o la focha moruna entre otras.

Este hecho es la principal razón para que tanto la Zona de Especial Conservación como la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEC y ZEPA) Doñana, espacios de la Red Natura 2000 europea, incluyan en su ámbito territorial el correspondiente a la Reserva Natural Concertada Dehesa de Abajo.

Todo ello lleva a pensar que este humedal artificial debiera tener un agua de calidad óptima y en cantidad de sobras para garantizar esa calidad y el bienestar de toda la protegida avifauna que la habita.

Sin embargo, al parecer, la Administración andaluza está realizando el desagüe de esta laguna en respuesta al hallazgo en dicha laguna, hace unos días, de algunas aves acuáticas muertas.

Supuestamente, para identificar la causa de estas muertes deben de haberse realizado análisis tanto de los cadáveres, como del agua de la laguna, como de otras aves vivas de la zona, de cara a saber si se trata de eutrofización, cianobacterias, toxina botulínica o cualquier otra amenaza, es decir, la calidad y cantidad del agua de la laguna no parece haber sido cuidada y gestionada de forma adecuada a los valores ecológicos de la misma.

Una vez determinada la causa y con el asesoramiento científico debido, debe de haberse tomado esta decisión de desagüe, como ocurrió en 2020 por un brote de botulismo, repetida en años posteriores por prevención.

Sin embargo, según Ecologistas, es una decisión arriesgada que no se puede repetir cada año por dos cuestiones: por una parte, el agua desaguada al Guadiamar va a recorrer parte del espacio protegido de Doñana y será utilizada en parte de los miles de hectáreas agrícolas cultivadas allí por lo que puede ser potencialmente dispersadora del problema; y por otra parte, se ha de presuponer que serán rescatados previamente y a tiempo para su recuperación en centros adecuados los numerosos pollos de los nidos, al menos los de especies de aves acuáticas catalogadas 'en peligro crítico', como malvasías y cercetas pardillas, que en Doñana sólo anidan en este humedal y en otro denominado Lagunas de Bonanza.

La medida de vaciar la laguna artifical afectará a pollos y progenitores de malvasía cabeciblanca, especie que se incluye en el Libro Rojo de las aves de España 2021 como EN–En peligro y aparece en el Catálogo Español de Especies Amenazadas dentro de la categoría EN–En peligro de extinción; de cerceta pardilla, que se incluye en el Libro Rojo de las Aves de España 2021 en la categoría de CR–En peligro crítico como especie reproductora y como EN–En peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas; y de focha moruna, que aparece en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría de CR–En peligro crítico, en tanto que se la considera como EN–En peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Junto a ellas, otras numerosas acuáticas amenazadas y sus pollos, como calamones, somormujos, porrones pardos, fumareles comunes o garcillas cangrejeras, quedarán a su suerte, por lo que es previsible que ningún pollo y sólo una parte de los adultos se salve.

El declive de estas especies por el empeoramiento de la calidad de los humedales en España y la disminución de la cantidad de agua en los mismos ha llevado a desarrollar en la última década numerosas actuaciones para su conservación, incluyendo su protección legal, la protección del hábitat, su restauración, la cría en cautividad y reintroducción, el seguimiento, investigación y la difusión de la importancia de su conservación. Las diversas estrategias de conservación específicas de algunas de estas aves, e incluso un proyecto cofinanciado con fondos europeos denominado LIFE Cerceta Pardilla, han dado resultados poco homogéneos que han concluido que la marcada dependencia de los niveles y calidad de agua de los humedales para poder reproducirse con éxito y la mezcla con especies similares o exóticas siguen siendo una gran amenaza para las aves acuáticas.

A la vista de esta información, Ecologistas en Acción plantea que las aves protegidas van a morir bien por la mala calidad del humedal o bien porque se vacía la laguna, lo que hace del desagüe “pan para hoy y hambre para mañana”. Por ello, ha solicitado a la Junta la información sobre los análisis e informes realizados que han llevado a tomar esta decisión de desagüe de la laguna de la Dehesa de Abajo y el plan de actuación previsto para acabar con este problema, que cada año va a ser de mayor envergadura debido a los efectos del cambio climático en nuestros humedales.

Así mismo, la organización va a exigir a la Administración, por una parte, una mejora en el manejo del agua de la laguna de la dehesa de Abajo para el mantenimiento de los valores por los que ha sido protegido en el ámbito europeo y evitar la eutrofización, las cianobacterias y otros tóxicos que se suelen generar en los periodos de calor en estas lagunas si no se renueva el agua ni se mantiene la cantidad. Y, por otra, la optimización de la gestión hídrica de este humedal, cada vez más importante en la conservación de las aves de Doñana, especialmente las acuáticas.

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