jueves. 03.10.2024
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Estabilidad o cambio para ganarse a los indecisos

Estabilidad o cambio para ganarse a los indecisos

Los partidos onubenses perfilan sus mensajes claves para llegar al electorado.

La campaña de las elecciones autonómicas llega este sábado a su ecuador y los partidos onubenses se centran de lleno a ganarse el voto de los indecisos, de aquellos que aún no tienen decidido su voto el próximo 22 de marzo.

Para ello, cada formación política tiene su mensaje clave con el que espera llegar a esa parte del electorado. El PSOE, ganador de los comicios según todas las encuestas, se ha decantado por las palabras “estabilidad” y “fuerza”. Sabedores de que tienen difícil obtener la mayoría absoluta, los socialistas recurren a esa idea para persuadir a los votantes que, convencidos de que el PSOE ganará sea cual sea la papeleta que introduzcan en la urna, consideren necesario para Andalucía que el nuevo Gobierno andaluz sea estable y no se vea sometido a las luchas entre los partidos políticos.

La otra clave del mensaje de los socialistas es un nombre propio, el de Susana Díaz. A sabiendas de que su candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía es la única que aprueba en los sondeos y que ha logrado cierto liderazgo social en medio de la mayor desafección que sufre la política, el PSOE trata de explotar la imagen de su líder para ganarse la confianza de los electores.  Rara es la intervención pública de un candidato socialista o la nota de prensa enviada por el gabinete de prensa del partido que no nombre un buen puñado de veces a la actual presidenta de la Junta.

Todo lo contrario ocurre en el resto de fuerzas políticas, que casi no nombran a sus candidatos a la Presidencia del Gobierno andaluz, todos mucho menos conocidos que la aspirante socialista. Todas estas formaciones comparten además la misma palabra clave, la de “cambio”, aunque cada una la utiliza con matices bien distintos.

El PP recurre al cambio “seguro”, por aquello de persuadir a los indecisos que, arrastrados por el cambio, no terminen de fiarse de las otras alternativas de cambio que emergen con fuerza en el panorama electoral pero nunca han gobernado una institución pública. Podría decirse, utilizando el refranero, que los ‘populares’ tratan así de convencer a los que, queriendo un cambio, lo prefieren hacia lo malo conocido que hacia lo bueno por conocer.

Radicalmente distinto es el cambio que promulgan las nuevas fuerzas políticas, sobre todo Podemos y Ciudadanos. El discurso de los dos partidos que se estrenan en estas elecciones autonómicas y que tienen asegurada representación en el Parlamento andaluz está prácticamente monopolizado por la palabra cambio, a la que confieren un sentido más radical. Sabedores de que la política sufre su momento de menor aceptación social de toda la Democracia, apelan a un cambio de verdad, a un cambio hacia algo nuevo, a un cambio casi de sistema.

Por su parte, desde Izquierda Unida siguen apelando al voto de la izquierda. “Somos la izquierda”, sostienen, para lo que presentan las leyes aprobadas por la Junta de Andalucía durante los casi tres años que duró el cogobierno de PSOE e IU. Los izquierdistas tratan además de contrarrestar el mensaje de los nuevos partidos haciendo suyo algunos de los elementos principales de las fuerzas emergentes, como la democratización de las instituciones y la participación real de la sociedad en las decisiones políticas.

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