Enésima batalla política por la mina de Riotinto a las puertas de unas elecciones

Concedidos los derechos mineros, el PP recurre ahora a otros elementos para atacar a la Junta.

Se repite la historia. Como viene siendo habitual a las puertas de unas elecciones en los últimos años, los partidos onubenses ya se han enfrascado en una auténtica batalla política sobre la tan ansiada reapertura de la mina de Riotinto.

En los últimos comicios, los autonómicos de 2012, el PP ya centró buena parte de su mensaje electoral en el legendario yacimiento minero onubense. Por entonces, los ‘populares’ trataban de aprovechar el retraso de la reapertura para atacar a la Junta de Andalucía, responsable de la concesión de los derechos mineros a la compañía promotora del proyecto, Emed Tartessus. En aquel momento, a los socialistas no les quedaba otra que defenderse y lo hicieron de dos formas: desvinculando el retraso de la reapertura del proceder del gobierno autonómico y recordando el tratamiento que el PP otorgó a la Cuenca Minera de Riotinto en la etapa del Gobierno de José María Aznar, cuando a la comarca onubense se le negó el plan especial de inversiones en infraestructuras que sí se concedió para las zonas mineras de Asturias.

Ahora las elecciones municipales llegan en una coyuntura bien distinta. La Junta ya ha concedido los derechos mineros, por lo que, en los próximos meses, el PSOE tiene un gran arma electoral que puede utilizar en una comarca necesitada de empleo. Sabedores de ello, la dirección provincial del PP se puso manos a la obra hace semanas y lanzó una campaña mediática en la que advertía que la reapertura de la mina, en base al proyecto actual, no garantiza la conservación de la Corta Atalaya, la joya de la comarca, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. Los ‘populares’ se han permitido incluso presentar alegaciones contra el proyecto de Emed Tartessus, lo que ha puesto al descubierto un radical cambio de discurso en el partido. De hecho, el PP ha pasado de reclamar a la Junta la concesión inmediata de los derechos mineros a, una vez concedidos, presentar alegaciones contra el proyecto.

La respuesta de la Junta no se hizo esperar. La conservación de la Corta Atalaya, sostiene, queda garantizada con el proyecto de Emed, para lo que ha presentado informes técnicos favorables a la explotación minera proyectada por la compañía. Lo que no ha garantizado esa respuesta es que la confrontación política sobre la mina se acabe en eso. Ahora, los ‘populares’ han aprovechado un acontecimiento interno ocurrido en el seno de Emed Tartessus para culpar de nuevo al Gobierno andaluz. Se refieren en el PP al hecho de que uno de los accionistas de Emed, la empresa Trafigura, haya solicitado la sustitución de los consejeros de la empresa, lo que ha sido calificado por la dirección provincial del partido de Rajoy como “movimientos especulativos. Los ‘populares’ no sólo pedirán en el Parlamento que la Junta aclare esa supuesta especulación empresarial, sino que incluso han acusado al Gobierno andaluz de permitirla.

En este caso, tampoco se ha hecho esperar la respuesta del PSOE. Los socialistas han pedido al PP que ayuden a la Junta en la reapertura de la mina y no bloqueen la puesta en marcha del proyecto.

Todo ha sucedido en una semana. Es sólo un aviso del nivel de confrontación política que la reapertura de la mina puede generar en los próximos meses. Todavía queda más de medio año para las elecciones municipales de 2015.