viernes. 04.10.2024
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El PP se agarra a la elección directa de alcaldes tras perder la mayoría absoluta en las europeas

El PP se agarra a la elección directa de alcaldes tras perder la mayoría absoluta en las europeas

El alcalde de Huelva apoya la propuesta de su partido de que sean elegidos alcaldes los candidatos más votados, lo que podría concucirle de nuevo a la Alcaldía aunque haya mayoría de concejales de izquierda en el Pleno del Ayuntamiento.

El resultado de las pasadas elecciones auropeas, que supuso una considerable caída del bipartidismo y le quitó al PP la mayoría absoluta que obtuvo en España en las generales de 2011, podría conducir al partido de Mariano Rajoy, si se repite la tendencia en las municipales de 2015, a la pérdida de numerosas alcaldías que ostenta ahora gracias a su victoria con mayoría absoluta en los anteriores comicios locales.

Sabedores de ello, el Partido Popular ha lanzado una propuesta que blindaría sus alcaldías en aquellos municipios donde se repita el resultado de las europeas, es decir, en aquellos pueblos donde el PP sea la fuerza más votada pero donde haya mayoría de concejales del resto de fuerzas políticas, principalmente de izquierdas, como PSOE, Izquierda Unida y Podemos, que fueron la segunda, tercera y cuarta fuerza en los recientes comicios al Parlamento Europeo.

La propuesta del PP, defendida ahora por su presidente nacional, Mariano Rajoy, consiste en modificar la reforma electoral para que los candidatos más votados sean elegidos alcaldes de forma directa, sin pasar por la investidura del Pleno, que es el máximo órgano de un Ayuntamiento, el órgano representativo, el que representa al conjunto de los vecinos de un municipio.

Uno de los alcaldes que podría verse beneficiado de esta propuesta no es otro que el de Huelva, Pedro Rodríguez, quien ya ha manifestado públicamente su apoyo a la medida defendida por el presidente del Gobierno. El primer edil onubense ha defendido que esa reforma "se tenía que haber hecho antes". Incluso se ha aventurado a valorar que esa medida "es un deseo de los ciudadanos".

Rodríguez ha recurrido a un argumento que, si no se contemplan otros elementos, puede resultar realmente convincente. "Es un deseo de los ciudadanos que el que gane las elecciones gobierne y no el que las pierda", ha dicho. Lo que no se tiene en cuenta en esta afirmación es que la elección directa del candidato más votado, si no se produce una segunda vuelta electoral en la que sólo se presenten dos candidaturas, podría provocar el efecto contrario, esto es, que sea elegido alcalde alguien que sería menos votado que su principal rival.

Se trata de una cuestión de pura lógica matemática. Si un candidato obtiene el 40 por ciento de los votos, otro el 35 por ciento y un tercero el 25 por ciento, podría darse el caso de que los votantes del partido menos votado, si tuviesen que elegir sólo entre los dos candidatos que obtuvieron un mayor respaldo, se decantasen por quien resultó segundo en la primera votación. En ese caso, habría más electores que querrían que fuese alcalde un candidato inicialmente menos votado que quien ganó las elecciones en primera instancia.

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