El PP designa como candidato en Cartaya a un exmilitante socialista

Los 'populares' eligen cabeza de lista tras librar una dura 'batalla' entre el presidente local y el portavoz municipal.

El Partido Popular ha designado candidato de esta formación a la Alcaldía de Cartaya en las próximas elecciones municipales de 2015 a un exmilitante socialista del municipio, concretamente a Manuel Barroso, actualmente presidente local del partido y anteriormente miembro de Juventudes Socialistas, la agrupación juvenil del PSOE.

La decisión ha sido adoptada por “amplísima” mayoría del Comité Ejecutivo Local del PP de Cartaya, según han informado desde la Ejecutiva provincial de los ‘populares’, que ha anunciado que dicha designación será refrendada por el Comité Electoral Provincial del PP.

El candidato popular ya fue elegido este año presidente local del PP de Huelva y ostenta actualmente durante esta legislatura la Concejalía de Festejos y Deportes, al formar parte del equipo de gobierno de Cartaya que cogobierna el municipio junto a los independientes.

Barroso Valdés, de 35 años, afronta con “ilusión” este nuevo reto y asegura “que vamos a trabajar por mejorar las cosas en Cartaya, porque queda mucho por hacer para mejorar la calidad de vida y el bienestar de los cartayeros y cartayeras”.

Esta designación ha sido aprobada después de librarse una dura batalla interna que ha enfrentado al propio Barroso con el actual portavoz municipal del PP y candidato en las pasadas elecciones, Carlos Pérez.

La batalla comenzó a primeros de agosto cuando Barroso se autoproclamó como próximo cabeza de lista, lo que provocó el malestar de un sector de la militancia. Trascendido aquello, contraatacó el candidato de 2011. Pérez arremetió públicamente contra su presidente local y explicó que la junta local del partido ya lo eligió a él por unanimidad como candidato hace meses, antes de las elecciones europeas.

Carlos Pérez criticó también con dureza a la dirección provincial del PP, presidida por Manuel Andrés González, a la que acusó de ser incapaz de hacer cumplir los acuerdos orgánicos tomados por el partido en la localidad.