Así puedes reducir tu huella de carbono y ahorrar en el proceso

El cambio climático nos está dejando un escenario cada vez más preocupante en España, con aumentos generalizados de las temperaturas en todo el país, veranos más largos, periodos de sequía prolongados, y la sensación de que todo esto continuará empeorando año tras año. Se trata de un problema que no es exclusivo de nuestro país y que necesitamos resolver de manera colectiva, reduciendo las emisiones de gases invernadero siempre que sea posible.

Los principales causantes del calentamiento global son los combustibles fósiles, sobre todo la gasolina y el gasóleo. Los análisis de valoraciónquímica muestran un incremento dramático de CO2 tanto en la atmósfera como en el mar. Por eso, la electrificación del parqué de vehículos y las alternativas terrestres al transporte aéreo son algunas de las principales medidas con las que contamos para reducir el calentamiento global. Pero no son las únicas.

La producción eléctrica a partir de plantas de carbón o de ciclo combinado, la producción de plásticos, o incluso la ganadería, son otros de los ámbitos donde se producen grandes emisiones de CO2 que aceleran el cambio climático. Por eso, cada pequeño esfuerzo cuenta a la hora de reducir nuestras emisiones y hacer del mundo un lugar un poco mejor.

Dejar el coche en casa causa el mayor impacto

En la Unión Europea, las emisiones de CO2 derivadas del transporte supusieron cerca de un 25% de todas las emisiones totales, y, entre estas, los coches constituyen más del 60%. Por eso, dejar el coche en casa y optar por alternativas públicas como los trenes o los autobuses es una de las mejores formas de reducir nuestras emisiones. Los trenes son en este aspecto la mejor solución, por su mayor densidad de pasajeros y su electrificación.

En España nos hemos acostumbrado al uso del coche prácticamente para todo. Aunque se trata de un medio de transporte muy cómodo, debemos tener claro que se trata del más nocivo para el medio ambiente. A la espera de que el parqué de vehículos español se continúe renovando hasta ser completamente eléctrico dentro de un par de décadas, limitar al mínimo el uso de los vehículos de gasolina resulta esencial.

Opta por alimentos ecológicos y de kilómetro cero

No solo podemos reducir nuestras emisiones de CO2 pensando mejor nuestro propio transporte, sino que también podremos hacerlo considerando los alimentos que comemos a diario. Los productos importados o los alimentos industriales deben recorrer muchos kilómetros para llegar a nuestra mesa, lo que se traduce en mayores emisiones derivadas de camiones, trenes de mercancías o buques de carga.

En cambio, los alimentos producidos en nuestras proximidades deben recorrer distancias mucho menores para llegar al mercado o supermercado de nuestro barrio, lo que reduce sus emisiones. De todos ellos, las verduras, cereales y legumbres son los más ecológicos, mientras que las carnes emiten grandes cantidades de CO2 para alimentar al ganado y procesarlo. Recuerda: cuanto menos procesamiento requiera un alimento, mejor será.

Reducir el consumo eléctrico en el hogar

Optar por electrodomésticos de bajo consumo, apagarlos cuando no los usamos, cambiar nuestras bombillas por lámparas LED, y utilizar sistemas de calefacción con termostato, son algunas de las medidas que podemos adoptar para reducir nuestro consumo eléctrico en el hogar, lo que a su vez se traducirá en menores emisiones de CO2 en las centrales eléctricas que dan energía a nuestra casa.

Además, dependiendo del tipo de hogar que tengamos, podemos instalar sistemas de energía limpia como paneles fotovoltaicos o pequeñas turbinas eólicas para el hogar. Esto nos permitirá obtener energía procedente de fuentes renovables con cero emisiones de CO2, lo que reducirá todavía más nuestra huella de carbono, y, por supuesto, nuestra factura de la luz.

Eliminar el gas en toda la casa

Aunque es cierto que la calefacción a gas tiende a ser más económica que la calefacción eléctrica –sobre todo en los hogares grandes–, también es más peligrosa, y, sin duda, es mucho más contaminante. Además, circunstancias como la invasión de Rusia a Ucraniacontribuyen a encarecer el precio del gas, lo que está acelerando los esfuerzos de la UE para reducir su dependencia de esta materia prima.

Por otra parte, el uso de cocinas de inducción ya está siendo más rentable que las cocinas a gas, y se espera que el costo de la electricidad continúe bajando a medida que aumenta la producción de energías renovables en nuestro país. Además, eliminar el gas nos permite ahorrarnos los gastos de gestión y administración de una factura más, con lo que solo pagaremos los de la electricidad, el agua y el teléfono.