El año más horrible del deporte de Huelva

El deporte de Huelva atraviesa por uno de los peores momentos de su historia. Y este año en particular, ha resultado ser un 'annus horribilis' con toda su crudeza. Tan es así, que tres de los cuatro principales equipos de la capital han descendido de categoría. Traicionados por malos gestores, abandonados por instituciones y grandes empresas, nuestros clubes agonizan. Sólo el Bádminton IES La Orden escapa a la tendencia.
El supuesto más llamativo es el del Recreativo de Huelva, que pese a contar con una afición de Primera División, la próxima temporada militará en la Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español. El descenso del Decano obedece principalmente a la mala gestión deportiva de los nuevos dirigentes del club, puestos a dedo por el Ayuntamiento del Partido Popular. Y el futuro del club, de nuevo en manos privadas, contiene más dudas que certezas.

También ha bajado de nivel el Ciudad de Huelva. De nuevo es una mala gestión de la directiva, en este caso rozando el suicidio, con el visto bueno del Ayuntamiento, el factor principal que convirtió un equipo que optaba al ascenso a la segunda categoría (Segunda FEB), en un equipo condenado a bajar a la cuarta división (Tercera FEB). Y la existencia de otro club de baloncesto en la capital, el Enrique Benítez, impide que la unión haga la fuerza.

Peor le va al Sporting de Huelva. En apenas dos temporadas, el club ha tirado por la borda un legado de 18 años en la élite, con dos descensos consecutivos, de primera a segunda, el curso pasado, de segunda a tercera, el actual. Otra mala gestión deportiva está en la raíz de esta catástrofe, a la que se suma la incapacidad de instituciones y empresas locales para mantener el ritmo presupuestario que exige hoy día el crecimiento del fútbol femenino español.
En la provincia las cosas tampoco van bien. Especialmente en el fútbol. La recién concluida campaña ha sido testigo de los descensos de equipos históricos como la AD Cartaya y La Palma CF, de Tercera RFEF a División de Honor Andaluza; y el Isla Cristina FC y el Ayamonte CF, de categoría autonómica a la provincial. En estos casos, la falta de un mayor apoyo económico y social es la clave por encima de los errores deportivos que sus directivas hayan podido cometer.