La Junta no ve ni impacto severo ni crítico en una balsa de 15 millones de M3 de residuos peligrosos

Vecinos de Valdelamusa, El Cerro de Andévalo, La Zarza, Calañas, y Cueva de la Mora han comenzado una campaña de movilizaciones y recogida de firmas contra la construcción de una enorme balsa de residuos por parte de Minas de Aguas Teñidas que se ubicará a menos de 1.000 metros de las casas de Valdelamusa y acogerá 15 millones de metros cúbicos de residuos peligrosos.

Los vecinos ven amenazada su salud y su paz social debido a que, según MATSA, la Junta de Andalucía ha aprobado la construcción de la mayor balsa de residuos tóxicos de la minería moderna junto al pueblo.

"Esta balsa tendría capacidad para más de 15 millones de metros cúbicos de residuos peligrosos, ocupando 130 hectáreas a escasos 500 metros de nuestro hogar", resaltan los vecinos.

Para los convocantes de las movilizaciones "el proyecto supone una amenaza directa para nuestra salud y nuestro medio ambiente. No podemos permitir que nuestros campos y nuestros recursos hídricos se contaminen con los residuos tóxicos de la minería moderna. Los riesgos son demasiado altos y las consecuencias podrían ser desastrosas".

Consideran que es indispensable que la Junta de Andalucía reconsidere esta decisión. "Por eso pedimos que se detenga la construcción de este monstruo de residuos tóxicos. Proteger la salud de las personas y el medio ambiente debe ser siempre la prioridad. ¡Firme esta petición y ayúdenos a mantener nuestro pueblo un lugar saludable y seguro para vivir!", piden a la ciudadanía en una campaña abierta ya en Change.org.

Sin embargo, la Junta de Andalucía subraya con rotundidad que "en la valoración de impactos del EsIA se ha determinado que sobre ninguno de los factores ambientales (atmósfera, geología, hidrología, vegetación, hábitats, fauna, población, infraestructuras, patrimonio cultural y paisaje) resulta un impacto severo o crítico; todos ellos son en su mayoría afectados de manera moderada o compatible, salvo la población que resulta con un impacto positivo debido a la creación de empleo y actividades económicas en la fase de construcción".

Según las denuncias ya interpuestas por Ecologistas, "la presa podría afectar a la calidad de las aguas dado el alto contenido en metales pesados en los residuos procedentes de la planta de procesamiento de mineral. Esto es especialmente preocupante teniendo en cuenta que la instalación se encuentra sobre el Barranco del Tamujoso, 5 kilómetros aguas arriba del Embalse del Tamujoso. Dicho embalse es considerado reserva estratégica en caso de emergencia por sequía por la empresa mancomunada GIASHA, como es el caso actualmente, para abastecimiento de agua potable para toda la población de El Cerro del Andévalo. Además, las obras afectarían directamente al camino público conocido por los vecinos de la zona como “Camino de las Umbrías” o “Camino de las Umbrías de la Alcornocosa”.

Sin embargos estos extremos son respondidos por la Junta de Andalucía en los documentos que dan luz verde a la modificación de la Autorización Ambiental Unificada. Eso sí con un largo listado de condicionantes que obligan a MATSA, propiedad de la multinacional Sandfire, a cumplir requisitos técnicos y medioambientales antes de la puesta en marcha de la instalación.

En el largo listado de riesgos hay uno que por su especial relevancia futura llama mucho la atención.

Se trata del informe del Servicio de Dominio Público Hidráulico y Calidad de las aguas, adscrito a la Delegación Territorial en Huelva de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, de 27/5/2024, que concluye que el depósito de tailings (relaves) se ubica sobre un dominio público hidráulico y para poder ejecutar dicha infraestructura el promotor deberá iniciar el trámite de desafectación del tramo implícito en el cauce innominado y afectar al nuevo tramo del cauce que proponen.

La autorización que pretende el promotor, en relación a las obras del nuevo cauce (desvío del cauce) a otorgar por esa administración hidráulica, queda fuera del ámbito de esta autorización ambiental y sujeta a la tramitación y resolución del expediente de afectación de los terrenos del nuevo cauce y sus zonas de servidumbre, y a la desafectación de los terrenos del cauce antiguo, que se tramitará ante el órgano competente.

Se añade que la actuación podrá llevarse a cabo siempre que se tomen las medidas preventivas y correctoras necesarias, al objeto de minimizar los efectos negativos sobre el dominio público hidráulico. Además se deberá realizar un plan de mejoras, enfocado a favorecer las condiciones ambientales del lugar, la recuperación de las funciones ecológicas, hidrológicas y paisajistas de los cauces y su entorno, consolidando los terrenos en las riberas y en las márgenes de los cauces.

Y advierte que la adopción o no de estas medidas, podrá condicionar las futuras autorizaciones o renovaciones que se requieran en los cauces y su entorno.

Otro de los informe previos más significativos es el del director de explotación de la Demarcación Hidrográfica Tinto, Odiel, Piedras y Chanza, adscrita a la Delegación Territorial en Huelva de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de fecha 17/8/2023, que concluye (1) que la alternativa elegida para la ubicación como “3” se considera adecuada al no encontrarse en la cuenca vertiente a la presa de Olivargas, como es el caso de las alternativas “B”; (2) el método de deposición elegido de “estériles pesados” con un 65% de peso en sólidos se considera una opción aceptable, desaconsejando cualquier alternativa con una proporción elevada de agua embalsada.

Aunque, resalta que, "si bien es cierto que no se produce afectación a la Presa de Olivargas, pueden producirse afectaciones a la futura Presa de Alcolea, situada aguas abajo de la confluencia del río Odiel con el Oraque; estas afecciones pueden considerarse de riesgo bajo con la alternativa planteada de ubicación y bajo contenido en agua del residuo depositado: no obstante deberán cumplirse los requerimientos de seguridad de la autoridad minera para la construcción, explotación y puesta fuera de servicio de las balsas".

Y en cuanto al impacto en la población, el informe de autorización de la Junta se permite la licencia de aventurar un nulo daño a la salud de las personas. 

Y apunta que "en la valoración de impactos del EsIA se ha determinado que sobre ninguno de los factores ambientales (atmósfera, geología, hidrología, vegetación, hábitats, fauna, población, infraestructuras, patrimonio cultural y paisaje) resulta un impacto severo o crítico; todos ellos son en su mayoría afectados de manera moderada o compatible, salvo la población que resulta con un impacto positivo debido a la creación de empleo y actividades económicas en la fase de construcción".