El Ayuntamiento relanza el PGOU sin declarar ni remediar los suelos urbanos contaminados por metales pesados

La salida de la crisis y las previsiones de crecimiento del mercado inmobiliario están empujando al Ayuntamiento de Huelva a dar un impulso al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1999 que prácticamente quedó paralizado en 2008 en cuanto a vivienda nueva y desarrollo de suelo urbano se refiere. Sin embargo, este relanzamiento del PGOU no ha ido acompañado de las medidas correctoras y de remediación de los suelos contaminados. Una situación que ya ha sido advertida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, por las investigaciones publicadas por la Universidad de Huelva, a través de mociones presentadas en el Pleno del Ayuntamiento de la capital y de las propuestas y debates de las últimas campañas electorales para las elecciones municipales.

Ni el equipo de Gobierno anterior, presidido por Pedro Rodríguez y el PP, ni el actual que encabeza Gabriel Cruz y el PSOE han afrontado la declaración de suelos contaminados ni por supuesto la descontaminación de nuevos espacios de desarrollo inmobiliario, algunos de ellos con usos previstos muy sensibles para la población, antes de comenzar a construir.

Hay varios informes publicados sobre la contaminación de suelos en el término municipal de Huelva que han dado la voz de alarma y descrito pormenorizadamente los contaminantes químicos presentes en zonas de crecimiento inmobiliario y de servicios en zonas adyacentes a las rías del Tinto y el Odiel, desde las más conocidas de los fosfoyesos hasta la desembocadura bajo el puente que lleva a Punta Umbría.

Arsénico, cadmino, mercurio, plomo, zinc y casi toda la tabla periódica son los contaminantes detectados en zonas contempladas para el desarrollo urbanístico y disfrute ciudadano y que han tenido en cuenta parámetros contaminantes a través del aire, las aguas subterráneas y los depósitos de materiales, hasta contemplar más de 600 productos químicos perniciosos para la salud de las personas. Gran parte de las muestras obtenidas han dado en laboratorio valores y concentraciones superiores a la media estudiada en otras ciudades de Andalucía.

Una vez conocida la composición química de las tierras y según aconsejan las normas y protocolos en vigor, estos suelos deberían haber sido declarados como espacios contaminados, lo que no ha llegado a ocurrir como paso previo para elaborar un proyecto de descontaminación para así poderlos usar para el desarrollo urbanístico y áreas de crecimiento de polígonos industriales y de servicio.

En Huelva ya hay precedentes de descontaminación de suelos destinados al mercado inmobiliario. La Delegación Territorial de Medio Ambiente actuó en su día (2007) en la zona de Corrales, en los terrenos de dos planes parciales de urbanismo, el PPR9 y el PPR12, dado que entonces sí tenía atribuidas competencias de suelos contaminados, antes de la entrada en vigor de la Ley 5/2010 de 11 de junio de la Autonomía Local de Andalucía, que pasó estas obligaciones a los municipios. En ese caso sí se procedió a la descontaminación del Plan Parcial correspondiente dada la inminencia de construcción de un proyecto urbanístico.

Según la Junta, las competencias para actuar acerca de los suelos contaminados es de los municipios, por lo que prevalece la atribución a los ayuntamientos, indicada en la Ley 5/2010, de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía, sobre la declaración y delimitación de suelos contaminados, así como la aprobación de los correspondientes planes de descontaminación y la declaración de suelo descontaminado.

Las investigaciones más conocidas sobre el mapa de suelos contaminados en la ciudad de Huelva se corresponden a las publicaciones de un grupo de investigadores entre los que se encuentran José Miguel Nieto, Marco Tulio Guillén, Joaquín Delgado, Stefano Albanese, Anna Maria Lima y Benedetto de Vivo.  Y de Juan Carlos Fernández Caliani. Este último confirmó en 2012, utilizando técnicas de análisis de riesgos, la estrecha relación entre la presencia de metales pesados en el suelo y la probabilidad de contraer enfermedades por contacto directo con los contaminantes químicos presentes en el suelo y que pueden ser directamente manipulados por los ciudadanos durante el ejercicio físico y de recreo.

El equipo de Nieto/Guillén/Delgado realizó por su parte un estudio de cartografía geoquímica (Gis-Geodas) para analizar diferencialmente los metales pesados presentes en los suelos de la ciudad de Huelva. Diferenciando aquellos que por contenido geoquímico están en el suelo de manera natural y de manera antrópica (acción humana). El estudio concluye que los materiales presentes se dividen en las series antrópicos y naturales. En el grupo antrópico sitúa la plata, el arsénico, el cadmio, el cobre, el zinc y el mercurio. Y de manera natural se presentan el aluminio, cobalto, cromo, níquel, vanadio y berilio. El trabajo diferencia los contaminantes depositados en la cuenca del Tinto y el Odiel en sus llanuras de inundación, donde se encuentran el arsénico, cadmio, cobre, plomo y zinc asociados a áreas industriales. Precisamente son estos contaminantes los que presentan cantidades superiores a las estipuladas en la normativa de la Comisión Europea.

Estos informes realizados hasta el momento han sido puestos en conocimiento tanto del Ayuntamiento de Huelva como de la Junta de Andalucía, en concreto de la Consejería de Medio Ambiente.

La falta de compromiso municipal con esta cuestión ha quedado reflejada en las sesiones plenarias del Ayuntamiento de Huelva, donde, en concreto el portavoz municipal de Izquierda Unida, Pedro Jiménez,  ha advertido en reiteradas ocasiones de que con la declaración de suelos contaminados se podrían poner en marcha planes de descontaminación concretos que serían cofinanciados por los fondos disponibles para estas circunstancias en la unión Europea, tal y como se ha desarrollado en zonas vecinas a complejos industriales y químicos como Milán. De hecho la Junta de Andalucía ha llevado a cabo directamente planes de recuperación, financiados con fondos europeos de cohesión, para abordar esta situación en áreas de Málaga (Los Asperones), Los Barrios, en Cádiz; la cantera de El Acebuchal (Sevilla) y la antigua fábrica de fertilizantes de Fesa en San Jerónimo (Sevilla), según reconoce la propia Consejería de Medio Ambiente en su página oficial.

Hasta ahora las peticiones de declaración de suelos contaminados y las mociones presentadas y aprobadas, la última en 2015 firmada por IU, en pleno han apuntado preferentemente al Polígono Industrial de la Punta del Sebo y terrenos ocupados por las fábricas en la Avenida Francisco Montenegro, aunque los estudios publicados acercan hasta las mismas puertas del casco urbano la presencia y la influencia de contaminantes químicos en los suelos.