Síndrome de ausencia o silla vacía en Navidad
Dicen que no importa el lugar o bien el día sino las personas que están tú lado y te hacen sentir y vibrar. Por eso la Navidad os recuerda las ausencias y esa silla vacía representa al que ya no está físicamente pero al que recordamos con una vela de luz en la mesa.
A veces la llama se mueve de un lado al otro y creemos el espíritu de esa persona nos dice estoy con nosotros y en el mejor lugar que es el alma , el corazón.
Nuestra tristeza se atenúa. No puedo olvidarme de las familias de tantos desaparecidos y cuyo futuro sigue siendo una incógnita sin resolver. Me acuerdo especialmente de Marta del Castillo y de Caroline del Valle donde parece que la justicia fue lo más injusto.
Mi recuerdo va al Cielo. Teresa Olivera, abuela de Caroline del Valle, y a la que conocí gracias a Paco Lobatón en un programa de TVE y me hice su amiga. Era ternura y lucha de mujer. Citaré, aunque no los nombre, a todos y cada uno de los desaparecidos y sus familias y saben que seré su voz siempre me lo pidan .
También la silla vacía representa a quien tienes al lado pero su presencia te incómoda o no tienes nada en común con ellos. Es muy difícil no poder tocar , abrazar muy fuerte a quien no está pero debemos creer su presencia... sigue con nosotros. Y crees que suceden hechos mágicos o guiños desde el cielo.
Desde que mi padre no está, cada santo , cumpleaños o Navidad alguien extraño me regala algo naranja como siempre lo hacía él y yo le percibo más que nunca.
Los rocieros sabemos que la Blanca Paloma los cuida y protege con su manto y todos nos encontraremos en las marismas eternas.
Las fechas son un número, la esencia es estar al lado de los que amas y decir muchos te quiero mientras se pueda y vivir una presencia pero sin olvidar a quienes amamos tanto y no están físicamente pero sí espiritualmente.